Y todavía los que no murieron bajo las chozas ni se rajaron los huesos bajo los árboles ni se desangraron bajo las cuevas, ciegos de miedo y de ira acabaron despedazándose entre sí. Los pocos que no sufrieron quebranto, como recuerdo de la simpleza de sus corazones, se transformaron en monos.
~ Popol Vuh